lunes, 1 de octubre de 2012

Santiago de Compostela (Parte I)

Hace poco que acabo de regresar de terras galegas, concretamente de Santiago de Compostela, y como viene siendo costumbre, me he pasado unas cuantas horas frente al ordenador para montar las fotos y así convertir mi viaje cultural en un reportaje fotográfico para vuestro disfrute, aparte, he decidido dividirlo en dos partes debido a su extensión. Podéis pinchar en las imágenes para verlas a mayor resolución.

Santiago de Compostela es una ciudad preciosa y escrupulosamente limpia, que todo lo que tiene de bonita lo tiene de empinada; para llegar a cualquier sitio hay que debatirse entre cuestas o escaleras, y ambas opciones acaban siendo letales para los pies cuando se patea la ciudad de cabo a rabo y durante horas...
Aún conservo en mis retinas el esplendor barroco de sus edificios, conviviendo en armonía con la solemnidad y la paz del románico; en mi memoria olfativa permanece el olor a piedra y a flores de sus calles, junto al incienso de sus templos y el fresco aroma de sus zonas verdes.
Si no sois vegetarianos, es casi delito no degustar un polbo á feira y el lacón con pemento, mientras que para los paladares más golosos recomiendo la típica torta de Santiago y unos dulces llamados feuchos.

Vista panorámica de Santiago de Compostela.

Santiago de Compostela es la capital de la comunidad autónoma de Galicia y pertenece a la provincia de A CoruñaLa ciudad es patrimonio de la humanidad por la Unesco y destaca por ser un importante núcleo de peregrinación en Europa desde la Edad Media, a través del Camino de Santiago, ruta en la que se sigue la estela de la Vía Láctea.
Si habéis tenido la ocasión de visitar Santiago, podéis imaginar la diversa cantidad de peregrinos que allí se dan cita; llegan exhaustos y cansados, a pie o en bicicleta, pero con la satisfacción de haber concluido la hazaña que emprendieron, aunque muchos continúan su andanza hasta Fisterra, donde verdaderamente acaba el camino.

Me considero afortunada por haber podido visitar, junto a mi pareja, este pedacito de paraíso con un tiempo envidiable, al menos durante los cuatro primeros días de los cinco que duró nuestra estancia, porque de regreso nos cayó el diluvio universal nada más arrancar el coche y no paró de llover hasta Tordesillas (Valladolid), con rachas de viento superiores a los 100Km/h.


La catedral está dedicada al Apóstol Santiago el Mayor y acoge, según la tradición, su sepulcro; la historia narra que, en el año 44, Santiago fue decapitado en Jerusalén y sus restos fueron trasladados a Galicia en una barca de piedra.

Contemplar la fachada del Obradoiro me causó mucha impresión, no sólo por la magnitud de sus imponentes torres o por las escalinatas de acceso, sino por el color pardusco de sus muros; verla al natural da respeto. La erosión de la lluvia y la humedad no perdonan el paso de los siglos ni a colosos de piedra como este.

Para hablar de los estilos arquitectónicos y remodelaciones de la catedral necesitaría emplear un mínimo tres clases de historia del arte avanzada porque hay una fusión entre el prerrománico, el románico, el gótico y el barroco como nunca antes se dio, pero intentaré ser breve y concisa para no aburrir a nadie.
En el siglo X, ante el aumento de peregrinos y las modestas dimensiones de la iglesia primitiva, se construyó un templo de estilo prerrománico, pero este también resultó insuficiente para albergar a los peregrinos, así que en el año 1075 se iniciaron las obras de la gran catedral románica, a cargo de los maestros Bernardo el Viejo y su ayudante, Galperinus Robertus.
Antes de abandonar Compostela, el maestro Esteban completó las capillas del deambulatorio y dejó iniciadas las obras de la fachada de las Platerías.
Aunque hubo bastantes paradas durante la construcción románica, las limosnas y donaciones consiguieron que el maestro Mateo dirigiera, en 1168, el inicio del pórtico de la Gloria (el cual actualmente se encuentra en restauración, así que sólo pude tomar fotografías del parteluz, pues el tímpano, las jambas y los pilares están cubiertos por andamios).

La planta de cruz latina posee tres naves, con una longitud de cien metros aproximadamente y un crucero también de tres naves. El cimborrio, situado sobre el centro del transepto, es de estilo gótico y sustituye el antiguo románico.
Sobre las naves laterales, se encuentra un triforio con balcones de doble arquería. La nave central posee una bóveda de cañón reforzada con arcos fajones y las naves laterales con bóvedas de arista.
En cuanto al exterior, la fachada del Obradoiro, puramente barroca, fue realizada por Casas Novoa en 1740, como también es barroca la de Azabachería, obra de Ferro Caaveiro y Fernández Sarela, y modificada posteriormente por Ventura Rodríguez.
 


El mosteiro de San Martiño Pinario fue fundado en el siglo X y en él se mezclan elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.
En su fachada eclesiástica se pueden contemplar figuras de santos abades benedictinos, accediendo a ella por las monumentales escaleras de triple rampa del siglo XVIIIMientras, en la fachada orientada al sur, rodeada de hermosos jardines en la Praza da Inmaculada, hay cuatro columnas dóricas, soportando un entablamento con pináculos
La iglesia se terminó en 1652 por Mateo López y González de Araújo. La planta posee una sola nave de bóveda de cañón con falsos casetones y tiene seis capillas laterales.
La sillería barroca del coro es obra de Mateo de Prado y los tres retablos del altar mayor de Casas Novoa.

En la actualidad, el conjunto monástico alberga un museo de arte religioso, el cual merece una visita por un precio irrisorio porque, además de las reliquias, podemos ver la antigua imprenta, la botica y el coro renacentista que estuvo en la catedral de Santiago.
 

El convento e igrexa de San Domingos de Bonaval fue cedido por el ayuntamiento al Museo do Pobo Galego, constituyendo así un objeto de turismo imprescindible.

La iglesia, de estilo gótico y añadidos renacentistas, sigue los cánones del gótico dominico, con naves luminosas y amplias, cubierta en su totalidad de bóvedas de arista; es un templo digno de admirar debido a su intocable estructura original.

El Museo do Pobo Galego cuenta con nueve salas permanentes, dedicadas a las tradiciones y costumbres para preservar la historia de Galicia.
Ofrecen una visión muy completa y detallada de las tradiciones gallegas y de la diversidad de éstas; en él, se puede encontrar desde una barca hasta una gaita, pasando por diversas maquetas de casas típicas hasta herramientas de trabajo empleadas en el campo.
A cada una de las salas se accede mediante una triple escalera helicoidal, compuesta de tres espirales independientes y construida en los siglos XVII y XVIII por el arquitecto Domingo de Andrade.

Y en la foto superior de vuestra izquierda, estoy yo, bajo uno de los arcos exteriores de la parte trasera de todo el complejo, porque de vez en cuando aparezco tímidamente delante de la cámara en vez de refugiarme tras ella.
  

La colexiata de Santa María do Sar se alzó en el siglo XII a las orillas del río Sar y conserva la mayor parte de su estructura románica.
En el exterior, destacan sus robustos arbotantes, construidos entre los siglos XVII y XVIII para proteger los muros septentrionales y así evitar su derrumbe.
No se sabe si por un error técnico, por la exagerada elevación de las naves laterales o por el corrimiento del terreno sobre el que se asienta, pero las columnas y los muros están visiblemente inclinados.
El interior cautiva por sus proporciones y por citada inclinación en sus columnas, dando la sensación de inestabilidad, como si se fuese a caer de un momento a otro; su iluminación interior es de lo más atractiva, ya que proviene de los vanos en los laterales y del hermoso rosetón en la cabecera.
La planta basilical posee tres naves, separadas por pilares compuestos y decorados con motivos vegetales; dichas naves están cubiertas por bóvedas de cañón reforzadas por arcos fajones. La cabecera tiene tres ábsides, el central es poligonal y los laterales semicirculares.


Y hasta aquí la entrada de hoy; sólo espero no haber aburrido a nadie con mis explicaciones y tecnicismos (no lo puedo evitar, estoy enamorada del arte) y deseo también que hayáis disfrutado de las fotografías. En la próxima entrada más curiosidades, lugares e imágenes de Santiago y también de Fisterra...

Con cariño le dedico esta entrada a Jorge Martín, mi compañero de viaje en nuestro particular Camino.

13 comentarios:

  1. Yo estuve en Santiago hace tiempo, pero ni por asomo vi todas estas maravillas. Solo vi la catedral y poco más...

    Tengo que volver.

    Gracias por las fotos y por lo bien explicado que está todo.

    Besiños!


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    1. La catedral es una visita obligada, por supuesto, y además es una de las pocas catedrales que he visitado completamente gratis, lo que me sorprendió; pero si no has visto algunas de las cosas que expongo en esta entrada ya te acabo de dar la excusa perfecta para volver a Santiago... jejeje!!!
      Yo he regresado hace nada y quiero volver, imagínate, porque me gustaría ver el Pórtico de la Gloria completamente restaurado y no un montón de andamios en su lugar, aparte, no sabía que se podía abrazar al santo y me he quedado con ganas, en ese momento, vi a una señora abrazarlo y lo único que pude exclamar fue: ¡Pero que hace, loca! Hay que ver cómo se me quedó grabado desde la infancia eso de: En los museos se mira, pero no se toca... jajaja!!!

      Gracias a ti por dedicarme unos minutillos para ver las fotos y por leer mis explicaciones, que reconozco que a veces me aflora la vena técnica-artística y sólo me aguanta un arquitecto.

      ¡Un besazo enorme!

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  2. Tengo unas ganas locas de hacer un viaje por Galicia: Santiago de Compostela, Vigo, islas Cíes... y si es posible una visitilla a Oporto (Portugal). Y ponerme morada de marisquillo y de Ribeiro. ¿Mucho pedir?
    Si. Me voy a comprar un cupón de la ONCE.

    Estupendo reportaje. Me has puesto los dientes largos. Aish!

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    1. Me alegro que te haya gustado el reportaje, aunque más que ponerte los dientes largos prefiero pensar que he incentivado tu ilusión por hacer una escapadita a Galicia y parte de Portugal... jejeje!!!!

      Lo que propones es un plan de vacaciones estupendo, a ver si te toca ese cupón y te tomas una mariscada a mi salud porque, puesta a desear, espero que te toque un buen pellizco. A mí, si me tocara la lotería, un cupón o lo que fuese, también emplearía gran parte del dinero en viajar...

      ¡Un besito!

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  3. Santiago es una pasada, la gente es muy agradable y te hace sentir como en casa, es una ciudad muy acogedora debido a la cantidad de gente que realiza el camino de Santiago, además mi compañera de viaje fue encantadora y sufridora. Un besito y deseando hacer el próximo viaje contigo!!!

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    1. Tienes toda la razón, la gente es muy entrañable, como el señor que nos paró en mitad de la calle para indicarnos donde estaba la oficina de turismo de Santiago y no la de la Xunta de Galicia, de donde llevábamos el mapa, y eso que no estábamos perdidos ni nada... jajaja!!!! Desde luego, yo voy por Madrid y no se me pasa por la cabeza indicar a nadie si no se me acerca y pregunta, pero debe ser que la hospitalidad es algo innato allí al tener a tantos peregrinos a los que acoger a diario.

      Tu compañera de viaje no sé si fue tan encantadora como cabezota y por ello una sufridora, porque los pies volvieron en un estado algo más lamentable al que los llevé... jajaja!!! Pero no quería dejarme ni un solo rincón de Santiago por ver, tenía que aprovechar esos cinco días contigo y devorar la ciudad.
      Y por la paliza que me pegué andando me gané el imán de nevera que me regalaste; ahora, me reconforta leer todos los días en él: “Sin dolor no hay gloria” y pensar: No me he hecho el Camino como peregrina, pero he andado como la que más.

      ¡Un besote muy grande!

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  4. Joder,guia de viaje timitashan,la proxima vez que haga un viaje te pedire consejo,jejeje.me alegro qu disfrutarais.

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    1. Ya ves, hacer oficialmente guías de viaje no se me daría nada mal, estas entradas me sirven de entrenamiento; me defiendo más o menos en lo que se refiere a tratar los aspectos de arquitectura y arte de cualquiera de los destinos turísticos, lo único que me falta es contar todo esto en cinco idiomas más por lo menos, pero los idiomas no son mi fuerte... aisss!!!

      Si me pides consejo para preparar un viaje, aquí me tienes, casi tendría que abrir una agencia... jajaja!!!

      ¡Besos!

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  5. ¡¡TOMA YA!!

    Vuestros pinrrelillos han tenido que sufrir pero bien, aun que ya lo dice el refrán: 'sarna con gusto no pica'.

    Desde luego espectacular entrada (y es la mitad de tu reportaje),
    si fuera de Santiago te ponía una calle! Haces que entren ganas de darse una vuelta por allí, de verdad te lo digo!!

    Me puedo imaginar las horitas que has echado para realizar esta entrada, pero seguro que rememorando ese viaje tan bonito que habéis realizado, te habrán tenido que parecer más ligeras. Enhorabuena tambien al ayudante de cámara y compañero tuyo de viaje!!

    Como me gustaría leerte una entrada de tu viaje a Córdoba, así por ejemplo :P

    Un besote grande viajeros!!

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    1. ¡Buenas, wapa!
      Antes de nada, agradecerte tu comentario y todos los halagos que nos mandas.

      Mis pezuños sufrieron como nunca y eso que Jorge y yo estamos más que acostumbrados a andar bastante todos los días.
      Ya sabes que lo nuestro no son vacaciones, sino palizas culturales... jajaja!!!

      Me alegro que al ver la entrada te entren ganas de visitar Santiago, eso es que he cumplido mi objetivo principal.
      Respecto a las horas que me he tirado haciendo el reportaje, seguro que imaginas bien, no me pongo a contabilizarlas por miedo... No me intento quitar méritos, pero más que un trabajo complicado es un trabajo que requiere mucho tiempo para compaginar los conocimientos de historia del arte con la fotografía, y por supuesto, ponerle ilusión.

      No me vas a creer cuando te diga lo de Córdoba, pero es cierto como una casa... Resulta que no sabíamos si decantarnos por visitar Córdoba o Santiago, pero siempre miramos la previsión meteorológica y elegimos finalmente Santiago porque no daban lluvias y la temperatura media era divina, de unos 24º C (un día nos hizo hasta 27º C).
      Todo depende de cómo nos venga Septiembre a mediados; en Córdoba daban 40º C y con esas temperaturas no podíamos aprovechar bien el viaje porque cualquiera está con la solanera a las cuatro de la tarde. A ver si el próximo Septiembre nos viene fresco y no vamos para el sur... jejeje!!!

      ¡Un besazo enorme!

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  6. No te quiero llevar la contraria, porque cada uno descubre una ciudad de una manera diferente pero... ¡Hay ciudades más empinadas y más limpias!

    Yo he estado un par de veces, pero no la conozco en profundidad. Lo de la gente que dice Jorge es cierto, en general la gente gallega es maja y la gente joven de manera especial. Está claro que el contacto continuo con "forasteros" visitantes hace que sepan tratarles bien, porque es beneficioso para todos.

    Oh Rianxeira, oh rianxeira...

    Saludos Fátima y Jorge, me alegra que hayáis disfrutado el viaje (lo de los pies molidos tiene que ser obligagado para todo visitante sea peregrino o ateo)

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    1. Por cierto, gracias por lo didáctica que eres con la descripción artística (y tus buenas instantáneas), eres una buena guía de ciberbolsillo Fati!!!

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    2. ¡Hola David! ¡Qué alegría tenerte por aquí de nuevo! Ya temía que te hubieras quedado a vivir cerca de un viñedo o algo así, que no digo que esté mal, pero se te echaba de menos por el mundo bloguero.

      Creo que hace demasiados años que visité Lisboa como para considerar Santiago una ciudad empinada... jajaja!!! Debe ser que en los últimos viajes he ido llaneando bastante a todos los sitios y Santiago se me antojó con más cuestas de las habituales.
      Respecto a la limpieza, lo menciono porque me imaginé que una ciudad con tanto trote de visitantes debía tener un aspecto más demacrado, pero me equivoqué por fortuna.

      Estoy totalmente de acuerdo con lo del trato a los turistas, peregrinos, etc... La gente es amable y servicial porque está acostumbrada a un continuo flujo de visitantes, y es algo que el viajero agradece muchísimo, sus gentes resultan de lo más acogedoras.

      Como bien dices, destrozarse los pies es casi obligado, pero es un daño colateral sin importancia que uno debe sufrir para conocer la ciudad y disfrutar de ella; la recompensa merece la pena...

      Me alegra que me consideres una buena guía de ciberbolsillo... jejeje!!! Compartir mis experiencias y conocimientos con vosotros es siempre un placer.

      ¡Un besazo enorme!

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