sábado, 26 de marzo de 2011

Nuestro corazón está en Japón


Desde que ocurrió el seísmo con el posterior tsunami que asoló Japón no he parado de darle vueltas a este trágico asunto; a veces prefería no ver las imágenes que emitían por televisión pues la crueldad y dureza de éstas eran demasiado lacerantes en cada noticia.
Aún trato de asimilar cómo la madre naturaleza puede ser tan atroz en algunas ocasiones; los destrozos originados en la capital de Japón, Tokio, son tan perturbadores como las vidas humanas que se ha cobrado el terremoto junto con el tsunami. Por si fuese poca la desgracia, la central nuclear de Fukushima se ha visto alarmantemente dañada y afectada, con riesgos de fuga a causa de la suspensión de su refrigeración, y como era de esperar, el pánico se ha propagado entre la población a nivel mundial como auténtica radioactividad.
Ante tales hechos una siente miedo, auténtico terror; me pongo en situación y me siento tan pequeña, indefensa e insignificante como una hormiga cuando corre el riesgo de morir aplastada por la suela de un zapato y no encuentra lugar idóneo ni refugio para ponerse a salvo.
Con lo susceptible que soy, quería, sinceramente, hacer algún modesto trabajo artístico para expresar mi solidaridad al pueblo nipón y plasmar mis sentimientos, pero la inspiración me abandonó y no ha venido a visitarme cuando más precisaba de ella.

Mis crisis artísticas son un tanto peculiares, en mi caso en concreto no se producen por falta de ideas o interés ni tampoco por pereza (normalmente tengo carpetas llenas de bocetos, los cuales desecho casi de forma automática porque me resultan poco convincentes a la hora de desarrollarlos); es algo extraño y difícil de explicar (y aún más complicado de entender si nunca os ha pasado algo semejante), pero me sucede de manera cíclica y por más que lo tenga asumido y no me pille de nuevas pues me es inevitable. Creo que podría definir este estado de frustración como un bloqueo en el que la ansiedad por transmitir un mensaje (en cualquier ámbito: verbal, plástico, escrito...) es precisamente lo que me dificulta hacerlo.

Hace unos días visité el blog de ilustración de mi buena amiga Bea, había publicado una entrada referente a la catástrofe de Japón con un cartel que quita el hipo (os recomiendo verlo); una vez más, nuestras mentes telépatas parecían estar conectadas, de casualidad yo también estaba intentando trabajar en algo similar, pero esta dichosa crisis estaba vetando mis planes más inmediatos e impidiéndome realizar algo a la altura de las circunstancias.
La respuesta de Bea a mi comentario en su entrada me animó bastante, así que me decanté por seguir su consejo y decidí afrontar el "atasquillo" creativo (como ella lo denomina) como buenamente pude. Ayer me propuse desarrollar uno de los bocetos que había descartado hace semanas y lo que os muestro en esta entrada es el resultado final: un collage tipográfico realizado con tinta china en papel de alto gramaje y asistido por ordenador, con una medida original de 20x70 cm. 

Y como más vale tarde que nunca, aquí os expongo este sencillo cartel, porque después de la tragedia es cuando Japón más necesita de un apoyo mundial para volver a recuperarse y a resurgir de las cenizas como el ave Fénix. Lo que sí valoro y es digno de admiración es que los japoneses son gente con un aplomo y una entereza increíbles, y cuesta verles desmoronados incluso siendo víctimas de una catástrofe de tal envergadura.
Aparte de nuestros mejores deseos para Japón, os informo de que si sois clientes de Movistar y/o Vodafone podéis contribuir económicamente con un donativo, mandando un mensaje de texto (sms) para colaborar con la Cruz Roja; si os interesa os recomiendo echarle un vistazo a esta web donde lo explican.

12 comentarios:

  1. ^^
    Me alegro muuucho de poder comprobar que era, efectivamente, un simple “atasquillo”.

    Siendo la sociedad japonesa tan arraigada a sus tradiciones, me parece todo un acierto llevar tu mensaje de la forma que lo has hecho. La escritura de arriba abajo, maquetarlo en un espacio tan vertical.

    Mira qué curioso, al ver el juego tan creativo que has hecho con el icono del corazón sustituyendo la O, me vino a la cabeza una noticia que salió ayer mismo y es que el diccionario Oxford ha incorporado el icono del corazón, como una nueva acepción del verbo amar.

    La palabra Japón que has hecho simulando los caracteres japoneses es todo un icono, luego me dices a mí!!!

    Por cierto, desde aquí una petición y es que algún día publiques una entrada con bocetos!
    Sería muy interesante verla.

    Un besote grande!!

    ResponderEliminar
  2. Te he entendido perfectamente cuando explicas lo de las crisis artísticas. Es normal.
    Pero te digo que la verdadera crisis es no tener ideas. Si las tienes, tienes ya el 50% como mínimo. Luego viene lo difícil: desarrollarlas y trabajo duro. Mucho trabajo.

    Y confianza en ti (muy importante también).

    Tu cartel es bueno. Has expresado perfectamente ese dolor y el mensaje.

    Respecto a Japón, creo que lo más importante en estos momentos es AYUDAR. Como sea. Y creo que para nosotros lo más fácil es contribuir económicamente.
    He leído mucho sobre japón, y no se recalca esto que dices, tan sencillo como enviar un sms.
    Demasiada palabrería, a veces.

    Buen finde!!!!

    ResponderEliminar
  3. Lo primero felicitarte por tu ilustración, es bonita y apropiada.

    Después, agradecer el carácter humano de tu blog y por tanto de tu persona.

    También quería mostrar mi punto de vista en lo referente a la ayuda. No creo que sólo se pueda ayudar económicamente. Es la manera más directa, si, pero no la única y más necesaria. Se ayuda también al mundo aprendiendo de los ejemplos, y Japón está dando uno al mundo (ya lo ha dado en otras ocasiones), de entereza, de saber afrontar las catástrofes nacionales y sobreponerse, reinventarse, surgir cual Fénix de sus cenizas.

    Pero ellos también tienen que aprender de los demás, a abrirse, a no ser tan herméticos y también a ser más solidarios con los demás (en los momentos en que lo han podido ser).

    Una sonrisa de ojos rasgados!

    ResponderEliminar
  4. Guerrero ilustradora:

    ¡Hola, Bea!
    Ante todo gracias por tu comentario y también por los ánimos y tu apoyo, creo que para no variar tú crees más en mí y en mi trabajo de lo que lo hago yo misma; esa es la verdadera raíz del problema: mi falta de confianza.
    Aún sigo un poco atropellada frente al papel (mi crónico horror vacui no ayuda en absoluto a mi recuperación), pero poco a poco voy saliendo del bache, es muy consolador y gratificante saber que no hay mal que mil años dure.
    Ante el bloqueo mental que sufrí me propuse reiniciarme como un ordenador y elaboré una lista de lo primero que me recordaba a Japón, elementos y representaciones que simbolizaran a este país; entre los iconos más destacados me dí cuenta que, aparte de la representación cromática típica y característica (colores como el rojo y el blanco de su bandera), podía jugar con la verticalidad de su escritura y representar caracteres latinos imitando su escritura, así que aquí tienes el resultado.
    Me parece una proposición excelente lo de publicar el proceso de bocetos en el próximo trabajo, lo tendré en cuenta para la siguiente entrada de ilustración.

    Respecto a lo de la noticia del corazón no tenía ni idea de la nueva acepción del verbo amar, me ha parecido de lo más curioso, si lo hago aposta no me sale, ya ves...

    ¡Un besazo!

    ResponderEliminar
  5. CreatiBea:

    Me alegra que me hayas comprendido, explicar una crisis creativa no es nada fácil, más que nada porque si se produce en todos los aspectos (plástico y lingüístico) es prácticamente imposible de transmitir.
    Verdaderas crisis artísticas por fortuna nunca he tenido, siempre tengo un arsenal de ideas dispuestas a ser disparadas, pero a veces se me encasquilla el arma para lanzarlas, por así decirlo.
    La confianza en mí misma, bueno, como ya le he dicho a tu tocaya, mucha no es que tenga últimamente, está deteriorada por la influencia de algunas críticas bastante dañinas que han sido arrojadas sobre mis trabajos y como procedían de gente supuestamente entendida en arte me han afectado.

    Gracias por tu sincera opinión respecto al cartel, quería transmitir un mensaje de esperanza y apoyo solidario aprovechando algunos iconos referentes a Japón y he preferido prescindir de recrear imágenes de la tragedia porque bastante bombardeo de realismo tenemos ya en los medios de comunicación.

    Lo de los sms para ayudar económicamente a Japón me ha parecido bien citarlo porque es una cantidad insignificante para cada uno de nosotros, pero que puede hacer verdaderos prodigios si todos aportamos nuestro granito de arena, yo me enteré gracias a un mensaje que me mandó Movistar y es cierto que no se ha anunciado mucho por ahí.

    ¡Un beso y buen fin de semana para ti también!

    ResponderEliminar
  6. Daviblio:

    Hola, Daviblio, me alegra más que nunca que te guste la ilustración, pues es la primera que hago después de este atasco creativo y además impulsada por una buena causa.

    Cuando inauguré el blog no tenía previsto que parte de mí, de mi personalidad y de mi modo de ser o afrontar las cosas se iba a filtrar en él. En principio iba a estar enfocado de forma objetiva e iba a ser un blog de carácter profesional, no personal, pero supongo que ambas cosas siempre han estado fusionadas y es imposible desvincularlas; una vez más confirmo que las obras que no contienen parte de su creador carecen de vida y sentido; en cada entrada he ido abriéndome un poco más, no sólo como artista, sino como persona, al igual que sucede con las relaciones humanas.

    Respecto a la ayuda para Japón, desde mi criterio, también considero que la aportación económica es la más directa, fácil e inmediata, algo que cada uno de nosotros puede realizar en una medida u otra sin moverse de casa, pero a cambio podemos sacar una enseñanza, el ejemplo que están dando los japoneses al mundo, esa valentía y entereza que están demostrando ante la tragedia, sacando fuerzas de donde parece no haberlas y permaneciendo unidos para salir adelante; por ello merecen toda mi solidaridad y respeto.
    Es curioso que las catástrofes saquen nuestro lado más humano, algo emocional más que racional, y ello prevalezca sobre el instinto de la supervivencia.

    ¡Un besote muy fuerte!

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que desgracias como la de Japón hacen plantearte la poca cosa que somos y lo rápido que puede desaparecer la pequeña burbuja de seguridad que nos construimos alrededor.
    Respecto a tus crisis creativas, pues bueno, lo raro sería que no las tuvieras. Siempre se aprende algo de ello y se sale más fuerte. Lo importante es no abandonar y seguir trabajando, reflexionar sobre las críticas recibidas y valorar si te sirven o no. Pero sobre todo que no te hagan dudar de tu valía.
    Te mando unos saludillos inspiradores!!!

    ResponderEliminar
  8. LaLolaSh:

    Tienes toda la razón en lo de la burbuja de seguridad, mucha veces pensamos que estamos protegidos y a salvo, y no nos damos cuenta que ante catástrofes así podemos ser tan vulnerables como cualquier especie animal que habite el planeta, el hecho de ser humanos racionales no nos exime de sufrir las consecuencias, aunque, sin embargo, el raciocinio nos da la capacidad de poder reaccionar con aplomo y entereza como está demostrando Japón, para mí todo un ejemplo para la humanidad.

    En cuanto a mis atasquillos frente al papel pues intento siempre acortar su duración para recobrar la confianza en mí misma y estoy aprendiendo a ignorar las críticas ofensivas que no me aportan algo positivo para mejorar, ya que ese tipo de críticas no siempre tenemos que tomarlas a mal si vienen acompañadas de un consejo o una enseñanza, es decir, siempre que sean constructivas.

    Me encanta tu saludillo inspirador, ojalá supiera como acumular y almacenar todos los buenos deseos que me mandáis al blog para tirar de ellos en venideras crisis artísticas.
    ¡Un besazo y gracias!

    ResponderEliminar
  9. Ah Fátima, seguro que se te ocurren mejores salidas anticrisis que a nuestros políticos. Así que toma aire, haz cosas que te llenen y carga las pilas para seguir trabajando y ofreciendo belleza al mundo.

    Mi sincero apoyo, un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Daviblio:

    ¡Muchas gracias por los ánimos!
    Dicen que la necesidad aguza el ingenio y yo normalmente pienso y repienso hasta dar con una solución acertada para resolver un problema, como este bache artístico; pero desde mi punto de vista, la gran mayoría de los políticos toman la primera alternativa para arreglar cualquier aspecto de una crisis y eso no es que sea en sí lo malo, sino que no se molestan en buscar más opciones y dan por válida la primera opción con la que prueban y tantean, aunque no funcione, mas ni lo admiten; así creo que poco van a aprender de los errores.

    Ya sabes lo desilusionada que me tiene el politiqueo, esperemos tiempos mejores en ese terreno aunque sólo sea una utopía; para todo lo demás, como el arte, me consuela saber que la fuente de inspiración es inagotable, sólo que a veces me quedo atrapada y desorientada en un desierto un par de veces al año, pero tarde o temprano encuentro la salida, sobre todo si me viene a rescatar el apoyo que recibo de todos los que contemplan mis creaciones.
    Como Guerrero ilustradora me dijo en su blog respecto a mi cartel para Japón: No hay idea buena o mala a la hora de mostrar nuestra solidaridad.

    ¡Un besazo!

    ResponderEliminar
  11. Ojalá tuviera yo las ideas como las tuyas en tu época de crisis, yo ni en mi mejor día consigo algo que pueda compararse con algo tuyo.

    Ya sabes que me ha encantado el cartel, además de original, tiene un cierto aire japonés que hace que sea especial para este momento tan difícil por el que están pasando.

    Un besito!!!

    ResponderEliminar
  12. Muchísimas gracias por el elogio, Ito, pero no te menosprecies, todo el mundo posee ideas, y dependiendo de su dedicación las transmite de una u otra manera.

    Mis crisis artísticas no son por falta de ideas en sí, sino porque el ansia por comunicar esa idea me bloquea.

    Me alegra que te haya gustado el cartel; como ya he explicado, pretendía hacer algo simbólico y representativo que se identificara con Japón nada más verlo, prescindiendo de recrear imágenes de la catástrofe y centrándome en mandar un mensaje de apoyo y esperanza.

    ¡Un besazo muy gordo y gracias por tu comentario!

    ResponderEliminar

Anímate y deja un comentario... ¡Gracias!