sábado, 26 de junio de 2010

Angels (red and blue)




Os expongo mi colección de nueve ángeles, criaturas que más que gustarme me obsesionan; es una temática recurrente que abunda en mis obras y que siempre intento tratar con un toque de androginismo a la hora de representar las figuras.
Cada una de las ilustraciones posee un formato de DIN A4 y todas ellas están realizadas con barras y lápices de creta, sanguina y sepia, sobre papel Canson de grano fino (especial para pastel, con una tonalidad de fondo ligeramente tostada en la amplia gama que ofrece esta marca)

viernes, 25 de junio de 2010

Cartel para la protección del lobo ibérico


Pocos animales tienen tan mala fama como el lobo; exceptuando la leyenda de la fundación de Roma, donde se cuenta que los hermanos Rómulo y Remo fueron amamantados y criados por una loba, las arraigadas creencias de la tradición cultural siempre han relacionado al lobo con fuerzas oscuras de la naturaleza y lo han asociado con el mal. Otro dato a tener en cuenta son los refraneros y dichos populares en los que figuran frases como: "Verle las orejas al lobo", "lobo disfrazado con piel de cordero", "meterse en la boca del lobo"... Y por supuesto, el lobo es por excelencia el gran depredador que aparece en numerosos cuentos infantiles y fábulas, siempre como antagonista y obteniendo un trágico desenlace.
Lejos de mitificar más a este animal u otorgarle cualidades humanas como en los cuentos... ¿El lobo es siempre tan fiero como lo pintan? Numerosos científicos han demostrado que cualquier raza de perro doméstico procede del lobo y, sin embargo, no destacamos las cualidades que poseen los cánidos (nobleza, fidelidad y carácter sociable) en su pariente ascendente más cercano. Entre el ser humano y el "canis lupus" siempre ha existido una rivalidad que se ha mantenido desde siglos atrás, si no era debida a las supercherías de la época era por la pérdida de reses que aún sufren los pastores y ganaderos en la actualidad.
Ayer mismo me encontraba viendo un episodio de "El hombre y la Tierra", del gran maestro ya fallecido Félix Rodríguez de la Fuente; cuando vi las imágenes filmadas de los lobos casi sentí la necesidad de aullar con ellos, volví a experimentar cierta melancolía y fascinación por este animal ancestral que desde niña despertó en mí cierta predilección y respeto. Por desgracia, las poblaciones de lobos merman, sus manadas viven disgregadas en un entorno parcelario debido a la modificación del paisaje por parte del hombre y el lobo se ha convertido en una especie que escasea cada vez más en la península ibérica hasta el borde de la extinción. Sumida en la nostalgia me dispuse a buscar este cartel que os presento para homenajear y preservar la figura del lobo en nuestro país; el cartel no puede ser más simple, pero creo que tampoco puede contener un mensaje más directo.

Respecto a la parte técnica, la imagen principal está realizada con lápices de colores y rotulador sobre papel de 180 gr y posteriormente escaneada para su diseño asistido por ordenador, con un formato final de 25x35 cm y una resolución de 300 ppp (cartel especialmente dirigido para una impresión digital en papel couché de 160 gr brillo)

viernes, 18 de junio de 2010

Entre rosas y espinas


Obra realizada con acrílico sobre cartón, con una medida real de DIN A-4.

No mentiría si dijera que tan sólo me llevó una tarde (unas cuatro horas y media mientras escuchaba unos discos de Warcry y Saratoga), sin bocetos previos ni nada; esta es una de esas obras que hago cuando cabeza y mano izquierda se plantean compenetrarse y trabajar en equipo para no amargarme la existencia. Eso sí, tengo que reconocer que esta imagen, antes de tan siquiera tomar el lápiz para empezar a dibujar, la vi cientos de veces proyectada en mi cabeza. Cuando las ideas pinchan hay que expulsarlas y transformarlas en otra cosa para no acabar como el protagonista de la ilustración, o sino puedo terminar desangrándome.

lunes, 14 de junio de 2010

Camiseta Pica



Este diseño, realizado a mano con rotulador y posteriormente asistido por ordenador, lo hice pensando en aplicarlo a un artículo textil, como se puede apreciar en la camiseta que muestro en la fotografía.

La técnica de estampación que utilizaron en la tienda donde llevé mi diseño fue la de un simple transfer. El transfer suele tener un precio bastante económico y asequible puesto que no se necesita una plancha (como en serigrafía) ni realizar un número determinado de unidades para que salga rentable, pero la calidad es bastante inferior a la que ofrece la marcación en vinilo para textil o la impresión digital sin cercos ni parches. Otro inconveniente del transfer es el deterioro de la estampación al someter la tela a constantes lavados y planchados, sobre todo si se hace en lavadora con agua caliente y no se tiene cuidado de volver la prenda del revés, va perdiendo calidad y color y más si el tejido no está compuesto de un 50% de algodón como mínimo; además, sólo es aconsejable hacer este tipo de estampación sobre tela blanca porque queda una especie de marco alrededor de dibujo.
Como mi pedido constaba de dos camisetas opté por el transfer, pero si hubiese sido superior o estampado sobre otro color hubiera elegido otra técnica.

viernes, 11 de junio de 2010

Mito azul


Esta obra titulada "Mito azul" la realicé para un certamen de pintura y expresión artística en Madrid, como me presenté hace años y no salí galardonada pues no me acuerdo bien del nombre concreto del concurso, pero lo que sí recuerdo eran las bases para participar. La temática y técnica de la obra eran libres, como requisito indispensable no podía superar unas dimensiones determinadas, no debía presentar en su composición ningún tipo de material frágil para no peligrar en el transporte (materiales tales como cristal o similar), y la obra original iría acompañada de un sobre cerrado donde debían constar los datos personales del autor, título de la obra y dos fotos de la misma.

Presenté esta obra realizada con técnica mixta sobre un soporte rígido de cartón y enmarcada en un paspartú de color crema; como antes he comentado no fue premiada, pero lo importante fue participar y ahora poder compartirla con todos vosotros.

martes, 8 de junio de 2010

Cuando publicar se convierte en el Apocalipsis

Recientemente me informé de cómo publicar un libro, en una pequeña imprenta a la vez que librería donde también venden artículos de papelería, en Alcorcón, la localidad donde resido. Fue de casualidad, como la mayoría de las cosas transcendentes que me suceden en la vida; no iba buscando asesoramiento ni mi intención era emprender la hazaña de publicar una de mis novelas, pero me tropecé con la propuesta.
Un buen día, entré a la pequeña tienda a la que hago alusión, habría pasado más de mil veces por la calle donde está situada y nunca me había fijado en ella ni detenido siquiera frente a su escaparate repleto de libros de todo tipo; ese día iba como acompañante de otra persona que necesitaba encuadernar en canutillo un trabajo para clase y me dio por preguntar al dueño que si encuadernaban libros, y sí, tanto en tapa dura como en blanda, en todos los formatos y con acabados para todos los gustos... Lo ideal para mí, que cuando termino una novela tengo la costumbre de imprimirla con mi impresora casera, cortar las hojas, diseñarle unas bonitas guardas y llevar todo el conjunto a encuadernar para tener en casa una copia de mi trabajo en papel. Normalmente conservo mis obras impresas, no sólo en un archivo InDesign (el programa que utilizo habitualmente en la maquetación de textos para luego convertir el documento a pdf y guardarlo así en dos formatos diferentes por motivos de seguridad y porque la extensión que usa Acrobat es la más utilizada comúnmente y poco pesada). Les entregué mi libro listo para encuadernar y el propietario del negocio me ofreció un montón de información para publicar una tirada pequeña (de unos 100 ejemplares) de ese u otro libro que yo tuviese escrito.
Este señor me estuvo explicando muy amablemente que los pasos para publicar un libro eran sencillos (repito: sencillos, y eso no conlleva que no sea caro para cierto nivel adquisitivo, porque la teoría dista mucho de la práctica).
Yo tenía poca idea sobre este tema, pero si alguna persona, al igual que yo, tiene curiosidad o está interesada pues espero servirle de utilidad y que con mi ayuda pueda orientarse un poco en el proceso.
Primero se debe poseer material serio que publicar, claro está, y una vez que se tenga lo esencial (la obra acabada) el autor puede costearse él mismo la edición o bien encontrar una editorial para que ponga el dinero por él y distribuya el libro (hablando en plata: tener dinero o convertirse en Ulises para enfrentarse a la Odisea)


Normalmente, si alguien investiga un poco por Internet, se da cuenta que la mayoría de las editoriales, tanto virtuales como físicas, despliegan un amplio abanico de posibilidades a la disposición del autor, ofrecen un servicio completo o uno más modesto con lo esencial, según el dinero que el autor esté dispuesto a gastarse; aparte del servicio básico y primordial, las editoriales se pueden encargar de una corrección minuciosa y profesional del escrito en todos sus aspectos, un diseño de portadas, elección de un formato estándar, una impresión en papel (en el caso que la hubiera) y todas esas opciones para mejorar el libro y hacerlo accesible a los lectores.
El hombre que regenta la imprenta a la que acudí me comentó que él se encargaba de realizar las pruebas de impresión antes de llevar a cabo la tirada definitiva, de hacer una corrección ortográfica (me dijo que existía gente que le había entregado sus escritos a mano) y también que elaboraba portadas para las cubiertas con un diseño predeterminado o el que el cliente desease colocar (hacerlo en offset es lo más económico y lo que más calidad ofrece actualmente, yo personalmente lo recomiendo porque lo he probado en clase de Técnicas Gráficas Industriales cuando cursé Ilustración; es un método de reproducción de documentos e imágenes sobre papel o soportes similares, que consiste en aplicar una tinta grasa sobre una plancha metálica, y el proceso es muy parecido a la litografía).
Para mí existen dos principales inconvenientes: encontrar una editorial que ponga el dinero necesario para que mi libro vea la luz, y buscar una buena manera de promocionarme para vender al menos todos los ejemplares y no perder mi inversión en el presunto caso de que yo sea mi propia editorial. Por ahora estoy remasterizando una de mis novelas para poder presentarla, y mientras tanto también estoy esforzándome en llevar este blog actualizado, en anunciarme en otros blogs y en participar de forma activa todo lo posible.
Si lo que se desea es que el público tenga acceso a un libro y pueda comprarlo, lo apropiado e idóneo sería que dicho libro fuese publicado por una editorial y que ésta pagara al autor por ello; a menudo, las editoriales prefieren publicar libros que hayan sido premiados en concursos o certámenes literarios porque así no se arriesgan a perder su dinero, pero por experiencia sé que presentarse a un evento de esta índole no significa ganar de forma automática; cuando se acumulan muchas derrotas y todo intento es fallido puede resultar muy frustrante, hasta el punto de tirar la toalla si no se asume y acepta con sangre fría; puedes pasarte la vida entera probando suerte y no obtener recompensa, así que terminas por creer que el jurado ha descartado tu obra porque no vale un pimiento y si tantas veces la ha rechazado será por algo. Pero si lo que se quiere es hacer una tirada pequeña para amigos y familiares, lo mejor es acudir directamente a una imprenta para que te realicen un presupuesto.
Siempre y cuando un autor tenga dinero puede hacer lo que quiera con su libro, recalco "lo que quiera" porque es así, ya haya realizado la obra maestra de su vida o lo peor jamás escrito antes sobre la faz de la tierra; puede publicarlo sin preocupaciones ni pretensiones económicas, otra cosa es que lo venda. Si un autor (novel o no) posee dinero, no necesita buscar una editorial que le pague la publicación, él mismo puede acudir a cualquier imprenta y costearse una tirada de cuántos ejemplares desee.

Un punto a tener en cuenta es que es obligatorio solicitar un depósito legal y/o un ISBN, que son dos cosas diferentes.
El I.S.B.N (International Standard Book Number) a grandes rasgos es un identificador único para libros. Es para uso comercial y su propósito es identificar un título o la edición de un título de un editor específico. Creo que es totalmente gratuito, excepto por lo de cederles dos copias del libro o los ejemplares que estipulen.
El Depósito Legal, como su propio nombre indica, es un depósito donde van a parar ejemplares de las publicaciones de todo tipo, reproducidas en cualquier soporte, por cualquier procedimiento para distribución pública, alquiler o venta. Para las obras impresas, el impresor es quien debe solicitarlo. Si la obra está sujeta a I.S.B.N se entregarán 5 ejemplares, de los cuales 3 se envían a la Biblioteca Nacional, 1 permanece en el Depósito Legal y 1 se entrega a la Biblioteca General de Navarra. Si no posee I.S.B.N se entregarán 4 ejemplares; 2 a la Biblioteca Nacional, 1 al Depósito Legal y 1 a la Biblioteca General de Navarra.

Si alguien sin titubeos ni indecisiones tiene ganas (o dinero) para intentarlo y se siente con ánimo capaz de cumplir todo este proceso sin rendirse por muchos tropiezos que encuentre a medida que avanza por el tortuoso y pedregoso camino de publicar un libro, adelante, yo desde este rinconcito de mi blog les aporto mis mejores deseos para alcanzar el triunfo y les retiro algunas piedras para dar el primer paso.
Con frecuencia me planteo que a mí no me merece la pena complicarme tanto la vida por una afición con la que antes disfrutaba sin exigencias, sólo para desahogarme y hacer algo satisfactorio en mi tiempo libre, pues no tenía pensado dedicarme profesionalmente a ello. Está claro que si tienes suerte o eres famoso puedes publicar cualquier cosa, pero yo no tengo nada más que un puñado de letras huérfanas que se quedan navegando a la deriva por la pantalla de mi ordenador, respirando la tinta de mi bolígrafo en los cuadernos y llenando de garabatos el papel de mis post-it verdes que me acompañan a todas partes. La gente ya tiene escritores (algunos buenos, muchos malos y la mayoría mediocres) para leer sus libros y arrojar sobre ellos sus críticas, no necesita que ese montón aumente su dimensión conmigo. No descarto atreverme a realizar en un futuro no muy lejano una tirada pequeña de alguna de mis novelas para venderla a mis amigos, conocidos o a las personas que gracias a los que me rodean estén interesadas en adquirir un ejemplar, porque es así como un autor empieza normalmente, pagando como particular a una imprenta una tirada de unos 100 ejemplares para darse a conocer a su círculo más cercano. Para algunos esta entrada en mi blog significará el Génesis, pero para mí sólo cabe esperar que no se convierta en el Apocalipsis.

Cuando duerme la ciudad

Dentro de lo que denominamos y entendemos generalmente por ilustración existe un importante apartado que es la ilustración infantil. Este tipo específico de ilustración se caracteriza por estar dedicado especialmente para dirigirse a un público de corta edad, aunque eso no significa ni implica que sea un género exclusivamente para niños, a menudo los adultos disfrutan de las ilustraciones infantiles tanto o más que los críos.


Una de tantas ilustraciones que he creado pensando en los más pequeños es "Cuando duerme la ciudad", realizada con ceras blandas y tinta china sobre un soporte de cartón y con una medida real algo mayor de un Din A-4.

Espero que disfrutéis de este entrañable trabajo y que con ello rescatéis al niño que todos llevamos dentro.